Un nuevo grito contra la violencia
El pasado sábado 3 de junio tuvo lugar la tercera convocatoria nacional contra la violencia de género. Villa Gesell volvió a ser parte de esa movilización como en ocasiones anteriores. En Buenos Aires, la convocatoria fue multitudinaria y en un momento, la policía reprimió a los manifestantes. También hicieron su aparición por primera vez, la agrupación "Hijas e Hijos de Genocidas", por la Verdad, la Memoria y la Justicia, la otra cara del 2x1.
Las imágenes hablan por si mismas. En Villa Gesell, en Buenos Aires, en distintas ciudades de la Argentina, el grito de "Vivas nos queremos" inundó las calles, junto a miles de participantes de las marchas, sobre las que ya no se discute el número sino que se entiende cada vez más, el sentido del reclamo a la luz de las cifras sobre las muertes ocurridas por violencia de género, que siguen ocurriendo y deben frenarse inmediata y radicalmente. El colectivo "Ni una menos" ha generado una gran movilización social al tiempo que conduce a la toma de conciencia sobre esta problemática que no puede seguir limitada a la cuenta de las víctimas, al relato de jueces que liberan sin mayor consideración a aquellos que van derecho al camino de la violencia o de autoridades policiales que todavía no actúan en muchos casos, ni con la rapidez ni con la eficiencia que deberían ser indiscutibles cuando se producen denuncias de violencia o amenazas que en la piel de las víctimas no cabe dudas sobre cual será el fin de una insuficiente acción de protección.
Como agregado de gran valor, en esta edición del "Ni una Menos", hizo su aparición un nuevo colectivo por "la Memoria, la Justicia y la Verdad", constituido por hijas e hijos de genocidas, bajo el lema "Historias Desobedientes", que se muestran como una contra cara muy fuerte contra el intento del 2x1 para beneficar a los genocidas en el cumplimiento de sus penas que intentó llevar adelante la resolución de la Corte que ha generado un repudio mayoritario de la sociedad argentina.
Otra historia que se suma en una trayectoria que ya no podrán torcer aquellos que desde distintos lugares del poder real, buscan liberar a los violentos de uno y otro lugar de sus responsabilidades, porque han sido y son cómplices de esos horribles crímenes, los de ayer y los de hoy.
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