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Política - Opinión

El siniestro plan para excluir a Cristina de la política

Por Martín Sabbatella. 

"Y si, en esta especulación de que ella sobrevive y pueda ser candidata el año que viene, le permiten que compita y termine saliendo segunda, además de que pueda volver a adquirir fueros, el mayor problema es que se convierta en una alternativa para 2019. Entonces, ¿de qué nos disfrazamos todos los argentinos?".

Margarita Stolbizer (Infobae, 29 de octubre de 2016)

La diputada Stolbizer es clara, no se anda con vueltas. Espera que Cristina Kirchner no sobreviva a la artillería que las corporaciones, sus operadores políticos y los medios hegemónicos le sembraron en las sedes del partido judicial, con epicentro en Comodoro Py. Quiere que la ex presidente sea un cadáver político y lo expresa sin giros retóricos ni moderaciones. Asume que Cristina viva tendría el suficiente respaldo popular como para ser electa democráticamente en 2017 y que, incluso, podría ser una alternativa interesante en 2019 para millones de argentinos y argentinas. Millones a los que, por el mero hecho de votar a Cristina, la "demócrata" y "republicana" Stolbizer siniestramente nos excluye de "todos los argentinos". Por si acaso, pide un disfraz.

La tormenta de difamaciones mediáticas contra la principal dirigente política del país, la única que fue despedida del gobierno con más de medio millón de personas conmovidas en la calle y muchos millones más desde sus casas, no dio el resultado esperado. A esta altura, después de haber sido acusada de ladrona, asesina, corrupta, bipolar, autoritaria y otras sutilezas, Cristina debería estar, cuanto menos, recluida sin querer asomar la cabeza, lejos de cualquier escenario, espacio o acto público. Y muchos más lejos aún de asumir la conducción política activa de decenas de organizaciones y miles y miles de militantes políticos que trabajan a lo largo del país para fortalecerse, aprender y volver mejores.

Stolbizer vocifera el deseo de las corporaciones que vinieron a recuperar privilegios con el Gobierno de Mauricio Macri. Esas corporaciones ansían y trabajan para que el sistema político argentino se cierre entre distintos y distintas representantes de sus intereses económicos. Y Stolbizer es una de ellas, tal como lo expresa con sus declaraciones públicas y sus votaciones en el Congreso. Por eso, al igual que Macri, Héctor Magnetto y los sectores más ricos y especuladores del país, la diputada del GEN le teme a la vigencia de Cristina, teme que millones de argentinos y argentinas la extrañen y quieran que vuelva, como ya ocurre. Porque, en definitiva, como siempre ocurrió, los sectores concentrados les temen al pueblo y sus representantes. Por eso, el reto-ruego desesperado de Stolbizer o de Macri para que los miembros del partido judicial inventen lo que sea e inhabiliten políticamente a Cristina, para que la fusilen y no sobreviva.

Puede dudarse de la literalidad de los dichos de la diputada. No es difícil creer que lo único que ella desea es el fusilamiento judicial, el fusilamiento mediático y la muerte política de Cristina. Esperamos que sea sólo eso, que es muy grave, pero no tanto como estar deseando la muerte lisa y llana. No obstante, le vendría bien una autocrítica. El uso del lenguaje no es inocente y tiene consecuencias: instala, construye sentido, promueve, aclara, sugiere, confunde. Algún distraído o exaltado se podría sentir habilitado a no ser tan metafórico en la interpretación de las fantasías de Stolbizer y querer hacerlas realidad; como pasó en los últimos meses con quien creyó que debía terminar con la llamada "grasa militante" disparando con una pistola calibre 38 contra 500 jóvenes kirchneristas en Villa Crespo.

Pero más allá de la ambigua y riesgosa metáfora utilizada, la dirigente boquea el deseo de las élites promotoras de la persecución a Cristina. Así como día a día les quitan derechos a las grandes mayorías, también quieren quitarles la esperanza de un futuro que se parezca más a ese pasado reciente de conquistas y oportunidades que a este presente de ajuste, despidos, tarifazos y pérdida del poder adquisitivo. Quieren un pueblo desposeído y sin ilusión, un pueblo de millones de resignados y resignadas al plan que los ricos tienen para ellos y ellas. Un pueblo que no tenga ninguna posibilidad de elegir a quien representa sus intereses. Por eso, una alternativa popular, como es y seguirá siendo Cristina, resulta inaceptable para las corporaciones y quienes deciden hablar, legislar y gobernar por y para ellas. Así, aunque parezca mentira, una diputada nacional se anima a exigir, lisa y llanamente, que se inhabilite a Cristina para que no pueda ser candidata.

Publicada el 2 de noviembre de 2016 en Info Bae

@Sabbatella